La devaluación terminó mejorando la posición relativa del sector que ahora puede competir con India, uno de los principales desarrolladores.
La industria del software de Mendoza espera que sus exportaciones crezcan entre 20% y 30% este año. Si bien hay algunos factores que limitan su desarrollo, el aumento del dólar mejoró considerablemente la competitividad de las empresas locales en los mercados internacionales. Tanto es así, que los referentes de ese rubro hablan de “una situación de igualdad” con India, una potencia en la industria a nivel mundial.
Según datos de ProMendoza, actualmente hay cerca de 40 empresas registradas en la provincia que exportan productos o servicios informáticos.
Entre todas tienen una facturación promedio anual de U$S 80 millones, valor que podría ascender a U$S 100 millones o más el año próximo, debido al cambio de escenario que dejó el aumento del tipo de cambio.
Cabe recordar que en lo que va de 2018 el dólar subió 116%, pasando de tener una cotización de $ 18,76 en el primer día del año a $ 40,53 este viernes. Eso quiere decir que la cantidad de pesos que reciben las empresas por cada dólar exportado se duplicó en nueve meses. Poniendo un ejemplo, por un producto de U$S 1.000, una compañía recibía $ 18.760 el 1 de enero y hoy son $ 40.530.
Claro está que la mejora de competitividad no es absoluta, debido a que la suba del dólar acelera la inflación interna. Sin embargo, los estudios más recientes de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) indican que entre enero y agosto el Índice de Precios al Consumidor de Mendoza aumentó 27,5%. Si bien es un valor elevado, sobre todo para los asalariados, los exportadores aún mantienen una importante ventaja ganada gracias a la suba del dólar.
Perspectivas favorables
Según la Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi), el 2017 marcó un récord histórico en exportaciones de software del país, tras registrarse U$S 1.699 millones de facturación, de los cuales unos U$S 80 millones fueron aportados por las empresas mendocinas. El récord anterior era del 2012, cuando se exportaron U$S 1.533 millones.
De acuerdo a las estimaciones de la entidad, el 2018 cerraría con una facturación de U$S 2.100 millones en las exportaciones de la industria del software, lo que implicaría otro récord para la actividad.
En Mendoza las expectativas son también muy positivas. Mario Lazzaro, director ejecutivo de ProMendoza, explicó que “las empresas de software son muy sensibles a las variaciones del tipo de cambio, por lo que se puede esperar un notable crecimiento de las exportaciones a partir de la mejora de competitividad”.
Para dar cuenta de las posibilidades que tienen las empresas mendocinas, Lazzaro comentó que “hoy las compañías locales son tan competitivas como las de la India”, que no sólo están entre las que ofrecen los precios más accesibles al mercado, sino que además, son una potencia mundial en la actividad.
“Adicionalmente tenemos la ventaja de tener el mismo huso horario que Estados Unidos y pocas horas de diferencia con Europa, mientras que las empresas de la India deben dejar personal de noche para atender a sus principales clientes”, comentó.
“Por ese motivo, creo que las exportaciones de la industria del software de Mendoza pueden crecer un 20% este año”, agregó el director de ProMendoza.
Se mostró de acuerdo Rodolfo Giro, representante del sector de Conocimiento y Software de la Federación Económica de Mendoza (FEM). “La industria del software es anticíclica. Generalmente no nos afectan las crisis de la misma forma que a otros sectores, porque la industria está en crecimiento a nivel global”, apuntó.
“Durante este año nos ha afectado la inflación, porque ha encarecido nuestro principal costo, los salarios. Sin embargo, el aumento del tipo de cambio nos ha favorecido”, indicó el empresario.
“Esa mejora de competitividad seguramente conducirá a un incremento de la demanda de nuestros productos y servicios por parte de empresas extranjeras. Por eso veo viable que crezcamos entre 25% y 30%”, señaló.
Jerónimo Vargas, de Aconcagua Software, planteó que no sólo se puede esperar un aumento en la facturación, lo que tiene como beneficio el ingreso de divisas, sino que va a favorecer las inversiones extranjeras, que podrán traer sus empresas al país o invertir en las locales.
Esto, señaló, contribuye a mejorar las condiciones laborales de los profesionales y también genera un derrame de “know how”, de investigación y desarrollo, y de formación de talentos. Además, el sector tecnológico de la provincia podría posicionarse bien en el mundo.
Falta mano de obra
Para los referentes del sector, el gran limitante que podría dificultar el crecimiento del sector es la falta de mano de obra calificada. “Hoy somos muy competitivos, pero falta personal. Corremos el riesgo de no poder satisfacer el aumento de la demanda que generará la mejora del tipo de cambio”, advirtió Giro.
También para el director de ProMendoza la escasez de profesionales es un problema grave. “Tenemos un claro limitante en la cantidad de recurso humano. Debemos concentrarnos en fomentar el estudio de carreras vinculadas a la tecnología”, indicó Lazzaro.
Para Pablo Manzano, director de la multinacional Everis en América, “la falta de mano de obra calificada es un inconveniente real, pero es un problema global, que va mucho más allá de Mendoza y de Argentina”, aseguró.
“En nuestro caso particular, decidimos instalarnos en Mendoza aspirando a conseguir buenos profesionales y afianzarlos dentro de la compañía”, agregó.
Desde ProMendoza recordaron que el Gobierno Nacional está desarrollando un programa para reducir el déficit de trabajadores de la industria del software. Se trata del “Plan 111 mil”, que busca formar en los próximos cuatro años a 100.000 programadores, 10.000 profesionales y 1.000 emprendedores, con el fin de cubrir la demanda laboral de las industrias basadas en el conocimiento.
Pese a esa situación, el empleo en el sector creció 3,5% en el país y esperan que en 2018 se incremente otro 13%. Sin embargo, Vargas advierte que es probable que la devaluación refuerce la tendencia a que las empresas norteamericanas contraten profesionales en forma directa, porque cobrarán más barato en dólares y no hay casi diferencia horaria. Si bien el freelance no cuenta con los beneficios de la cobertura social, pueden ganar unos 2 mil dólares mensuales.
Para el titular de Aconcagua Software, la principal dificultad de no contar con suficiente cantidad de profesionales capacitados es que resulta difícil incrementar el número de servicios prestados, excepto por el crecimiento interanual vinculado con las medidas que apuntan a desarrollar más recursos humanos (como el Plan 111 mil).
En este sentido, como con el dólar favorable es probable que las empresas locales se concentren en los clientes internacionales y los contratos en dólares, es de esperar que se eleven los precios en el mercado interno y las firmas argentinas tengan que competir por los recursos informáticos con las del exterior.
Derecho de exportación
Como parte del programa para reducir el déficit fiscal y alcanzar las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno Nacional estableció el pago de un «derecho de exportación» provisorio para 2019 y 2020. Por primera vez están incluidas en las retenciones las empresas de servicios.
No obstante, los empresarios coincidieron en que el impacto de esa medida es «bajo» para la actividad y reconocieron que la industria se ha visto beneficiada en los últimos años en materia impositiva. “Durante muchos años no hemos pagado IVA ni Ingresos Brutos. No apoyamos la retención, pero es cierto que el impacto no es muy alto”, comentó Rodolfo Giro.
También Pablo Manzano, de Everis, reconoció que “el impuesto es mínimo y no tiene demasiado impacto sobre la actividad”.
Luis Robbio, de Belatrix, coincidió en que con el tipo de cambio actual, las retenciones no tienen un impacto importante. Pero advirtió que esta ecuación se puede modificar en unos meses, si la inflación continúa con los niveles de 2018. Por otra parte, manifestó una inquietud: “¿Usted conoce algún impuesto de emergencia que no se haya quedado para siempre en la Argentina?”.
Y sobre todo, resaltó que en el esquema de retenciones a las exportaciones los ubicaron dentro de las primarias, no las industriales. “Es una situación chocante porque nosotros lo que vendemos es puro valor agregado. Destino el 80% de mis ingresos al pago de sueldos”, lanzó.
Posible freno de inversiones
Para Pablo Manzano, el aumento del tipo de cambio mejoró la competitividad de las empresas de software locales, pero al mismo tiempo generó un elevado nivel de incertidumbre sobre la economía nacional, lo que podría frenar o demorar la llegada de grandes empresas de software multinacionales a la provincia.
“Desde mi punto de vista, la suba del tipo de cambio ha traído más problemas que beneficios. El nuevo escenario no altera nuestra decisión de instalarnos en Mendoza (Everis está iniciando sus actividades en el Polo TIC), pero puede comprometer futuras inversiones. En el mundo se ve esta situación como un problema y no como una oportunidad”, advirtió.
Para Robbio, la falta de previsibilidad los ha llevado a ser cautos, ya que no saben si salir a vender en el mercado externo con precios más económicos en dólares, sólo para encontrarse con que en tres meses los alcanzó la inflación. «Cuesta diseñar estrategias de mediano y largo plazo, que es lo que se necesita para manejar negocios a escala internacional”, expresó.
Cómo trabaja la industria
Rodolfo Giro, de la FEM, comentó que, en promedio, el 70% de la facturación de las empresas de software de Mendoza es producto de las exportaciones, aunque en muchos casos la participación de los envíos al exterior es aún mayor.
Por otro lado, indicó que los principales mercados son Chile, Estados Unidos, México y los demás países de América Latina en general. «Hay relativamente pocos tratos comerciales con Brasil. En este caso la barrera idiomática juega un papel muy importante. Además en ese país hay una industria en pleno desarrollo», apuntó.
Según la Cessi, el 45% de las ventas de las empresas están vinculadas al desarrollo de software, el 20% a la venta de productos propios y servicios asociados, el 11% a la venta de productos de terceros, el 8% a la provisión de recursos para desarrollo (como diseño o testing), el 6% al soporte en Tecnologías de la Información (TI), el 4% a soluciones como servicios, el 2% a la provisión de recursos para operaciones de TI y el 4% restante a otros servicios, como capacitaciones.
En lo que respecta a la clientela, más allá de si son empresas ubicadas dentro o fuera de Argentina, la demanda más alta de productos y servicios de software es generada por los servicios financieros (33%).
Luego se ubican las telecomunicaciones (16%), otras empresas de software (10%), el comercio (9%), la administración pública (6%), la industria de entretenimiento y medios (5%), la industria manufacturera (5%), el sector de energía (6%), la salud (4%), el transporte y la logística (2%), la agroindustria (2%) y la construcción, el turismo y la educación (1% cada uno).