Nora Figueras, referente de la familia Cecchin, conversó hoy con Te Digo Lo Que Pienso, por Radio Nihuil, y habló acerca de la ronda de negocios de la industria vitivinícola en Estados Unidos, estimando que «ha sido para todos una misión fructífera por los contactos y el conocimiento del mercado, fundamental para la comercialización que es difícil de adquirir en Mendoza».
Consultada en primer lugar acerca del consumo de vino en Estados Unidos, Figueras expresó que «en la franja de bajos precios no podemos competir por los aranceles, pero lo considero beneficioso por que ha posicionado a los vinos argentinos entre los consumidores como de una calidad superior. Si bien ha perdido espacio el Malbec, otros varietales han ganado posicionamiento y eso habla muy bien de nuestra industria».
«Tenemos precios similares (en cuanto a otros países como Chile y Australia), pero la apreciación de nuestros vinos es más alta. Seguro ellos venden más que nosotros porque no se han enfrentado a tener que abandonar el mercado por problemas macroeconómicos. Pero nosotros, si nos logramos mantener, manejaremos volúmenes más altos que ellos», agregó.
«Tenemos que tener acuerdos beneficiosos, que hoy en día no tenemos. El vino no ingresa en el sistema de pertenencia de Estados Unidos, como si lo es el espumante. El vino de bajo precio queda más alto que lo que allá se considera bajo, pero si tuviese acuerdos comerciales seria todo mejor», consideró.
La referente de familia Cecchin explicó que en Estados Unidos el consumo de vino es alto. «Los jóvenes tienen un nuevo tipo que es el vino en lata que recién comienza, que tiene muchísimo futuro. El vino es muy bueno, yo esperaba que la condición metálica alterara el sabor, pero eso no pasó. Como uno lo toma frio, el aroma desde la lata es imposible de percibir. Hay distintas formas de consumo que se están poniendo en boga, como una copa plástica que viene cerrada con 187mm de capacidad y otra que es un tubo como los de ensayo de laboratorio y que se vende y crece muchísimo su consumo».
«Es muy difícil comparar los precios de Estados Unidos con los de Argentina. La copa plástica cuesta entre 3 y 5 dólares, dependiendo dónde se compre. Pero no se puede hacer una comparación de precio. Todo esto requiere de una maquinaria especial y no es fácil poder producirla. En algún momento existió la «tapa corona» sobre todo en Europa del norte y el vino no perdía ningún sabor ni aroma, pero luego se dejó de usar, aunque puede existir la posibilidad que vuelva al mercado», agregó.
Finalmente, Figueras expresó que los empresarios norteamericanos «tienen mucho miedo de que no tengamos continuidad en el mercado. Instalar un producto es difícil y costoso. Tienen miedo que no se pueda seguir con el negocio, es una barrera difícil de romper. A los importadores nuevos tenemos que hablarles entre una hora y una hora y media para convencerlos que no es un negocio de seis meses. Los importadores son expertos, pueden juzgar vinos cualitativamente muy rápido».