Aduana busca evitar que haya subfacturación por parte de los empresarios. Los límites pueden dificultar a algunos negocios.
La Dirección General de Aduanas (DGA) estableció, a través de la Resolución General 4764/2020, un valor referencial mínimo para las exportaciones de cebolla con destino a Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. La medida fue creada para evitar la subfacturación por parte de los exportadores, luego de que se detectaran algunos casos de evasión tributaria. En los próximos meses se irán incorporando otros productos y destinos, según confirmaron referentes locales, quienes se mostraron preocupados por el impacto que tendrá la normativa sobre aquellas empresas que “están en regla”.
En detalle, la normativa determinó que “las cebollas no aptas para siembra, en envases inmediatos de contenido neto superiores a 2,5 kilos, no pueden salir con un valor FOB (Free on Board) inferior a los U$S 0,19 por kilo”, siempre que vayan dirigidas a los destinos mencionados. De esta forma, el Gobierno Nacional puso fin a la política aduanera implementada por Macri, que durante su gestión eliminó todos los valores mínimos y de referencia que existían hasta entonces.
Claro está, que el contexto económico es diferente. Mario Lázzaro, director de ProMendoza, explicó que existe una brecha del 90% entre lo que recibe el exportador si liquida sus divisas por vía oficial (percibe $ 71,50, menos los $ 3 de retenciones) y lo que recibe si se vuelca al mercado informal de cambios (se está pagando cada dólar a un valor de $ 130). “La brecha es tan grande, que algunas empresas se ven tentadas a entrar en la informalidad”, comentó. De todas formas, aclaró, ese escenario no justifica la medida de la DGA.
Producto en crecimiento
Según estadísticas elaboradas por ProMendoza, en los primeros cuatro meses del año los productores locales exportaron 9.755.824 kilos de cebolla. Si bien se trata de un producto con baja participación sobre el total (2,2%), logró destacarse por su crecimiento interanual (50,3% de mejora en volumen), gracias a la mayor demanda de los mercados de Brasil y Paraguay.
En términos de valor, las exportaciones de cebolla aumentaron 15% en el primer cuatrimestre del año, pasando de U$S 1.259.369 FOB en 2019 a U$S 1.449.035 FOB en igual período de 2020. El punto negativo, es que precio promedio del kilo de cebolla exportado fue de U$S 0,15 entre enero y abril, de donde se deduce que los exportadores locales se verán afectados por el piso establecido por la DGA.
Preocupación general
Mario Lázzaro reconoció que la evasión tributaria es un problema real, pero opinó que hay otras maneras más efectivas de controlarla, sin poner en riesgo las operaciones comerciales de todos los exportadores. “Hay que ser cuidadosos en los precios que se fijan. En el caso particular de la cebolla, el piso establecido coincide con el valor promedio del año pasado. Fácilmente las fluctuaciones del mercado internacional podrían llevar a la cebolla por debajo de los U$S 0,19 por kilo y nuestros exportadores quedarían fuera de competencia”, lamentó.
“No hay que dejarse llevar por una idea preconcebida de que se está evadiendo el 50% de la facturación. Eso no ocurre. Prueba de ello es que el año pasado, sin la brecha cambiaria que tenemos hoy, el precio promedio de las exportaciones argentinas de cebolla fue casi el mismo que el de 2020”, señaló.
“Hay que seguir de cerca cada caso. Aduana seguirá poniendo precios de referencia a otros productos primeros y de manufactura de origen agropecuario (ayer se estableció un piso para los envíos de leche en polvo a 75 países)”, agregó.
Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, también se manifestó en contra de la medida. “Hay situaciones en los que los exportadores deben manejar los precios para poder concretar sus ventas. El Estado interpreta que hay una subfacturación para sacar ventaja en el mercado paralelo del dólar, pero las evasiones se dan en casos muy puntuales. Además, Aduana y AFIP tienen todas las herramientas para detectar las irregularidades, sin necesidad de recurrir a un valor de referencia”, apuntó.
Por su parte, Guillermo San Martín, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines, reveló que la cámara fue consultada por Aduana para establecer el valor referencial para las cebollas y pronto habrá diálogos por el ajo. “La preocupación que generan los mecanismos de precios de referencia es que no siguen de cerca la realidad de cada mercado. Para que no afecten a los exportadores, los valores deben ser actualizados con frecuencia”, opinó el empresario.
Fuente: Los Andes